Jesús Orlando Páez Aldana

Jesús Orlando Páez Aldana, 22 años.

C.C: 9.694.302

Hijo, hermano y amigo.

Hombre desaparecido el 19 de febrero de 2007 en Aguachica (Cesar):

Familiar: Policarpa Aldana Sánchez.

Historia de vida:

Jesús Orlando Páez Aldana nació el 2 de agosto de 1984, desde su niñez fue muy cariñoso con su madre, su hermano y hermanas. Siendo el mayor de los hombres de su familia decidió dar ejemplo comportándose de manera responsable, como buen amigo, y con un carácter tranquilo, pues no le interesaba tener problemas con nadie.

Después de haber jurado bandera para hacer el servicio militar en el ejército nacional, decidió  escapar en busca de la mujer de su vida. Así pues, a sus veintidós (22) años se forjó un joven consecuente y disciplinado que estaba intentando constituir un hogar con su esposa. Trabajando como comerciante de relojes, todos los días salía temprano de casa con su maletín para vender su mercancía a los transeúntes de las calles de Aguachica y así poder cubrir los gastos de su familia.

Amante de los vallenatos de Diomedes Díaz y Los Diablitos, de las rancheras y los corridos, siempre cantaba y le dedicaba a su madre “Los caminos de la vida” de “Vicentico”, tal vez indicándole que siempre estaría a su lado luchando por ella. Más adelante, antes de ser desaparecido y puede que por una casualidad, empezó a escuchar todos los días antes de partir a sus labores cotidianos la canción “Con la tierra encima” de “El Charrito Negro”. Finalmente, un día volvió la maleta con los relojes, pero no Jesús Orlando y para esta familia se detuvo el tiempo.

Vivencia de los hechos:

Salió a trabajar un domingo en la mañana por el casco urbano de Aguachica con su bolso de relojes. Por la noche se tomó unos tragos en el bar “La Roca”, donde al otro día fue encontrado, junto con unos muchachos, por su esposa. Al verla Orlando le entregó su bolso y el dinero que había ganado el día anterior, pidiéndole que fuese a la casa pues él la alcanzaría más tarde. Esto puesto que estaba esperando recibir otro dinero de una venta que había realizado a uno de los hombres con los que se encontraba. Al pasar las horas y ver que su marido no regresaba la mujer decidió volver al bar en su búsqueda pero no lo encontró. La cantinera le contó que los jóvenes con los que se encontraba esa mañana se lo habían llevado en un taxi cuando Orlando ya estaba entre dormido. Esta fue la última vez que se supo algo sobre su paradero.

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